jueves, 2 de agosto de 2012

El Perro Y La Llegada Del Bebé

A modo personal, creo que toda familia con niños, debería tener un perro en la familia: los perros enseñan a los niños empatía; les enseñan responsabilidad y cuidados, equilibrio y amor incondicional. Sin embargo, no hay que olvidar, que somos especies diferentes, y es responsabilidad de padres y dueños de perros proteger a los miembros más preciados de la familia, los hijos, y asegurar de que tanto ellos como los perros, sepan coexistir con seguridad y felicidad.


Un bebé puede ser algo confuso para un perro si nunca antes ha visto uno. Los bebés huelen de forma distinta a los adultos humanos. Su forma es diferente. Emiten sonidos y se mueven de modo distinto. Hay que tener especial cuidado si ya se tienen problemas de dominancia o si el perro está demasiado obsesionado con el dueño, porque pueden haber problemas; si el perro se ha mostrado agresivo en algún momento del pasado, si está acostumbrado a recibir atención constante o se muestra territorial o posesivo, son alertas a tener en cuenta. Hay que conocer el temperamento del perro y la relación que se tiene con él. 

Si el perro es muy dependiente, ansioso o tiene dificultades con la separación, puede reaccionar en exceso a cualquier cambio en la estructura de la manada. Si se tiene a un perro con ansiedad por separación, sugiero que se trabaje cuanto antes en ese problema, y sobre todo, fomentar la independencia del perro, para que no dependa tanto del dueño/a. No hay que permitir que sigan por toda la casa como una sombra, que duerman en la misma cama o habitación que el dueño/a. Hay que poner nuevas reglas sobre donde puede o no puede estar. Cuando se tenga la habitación del bebé, hay que prohibirle entrar en ella. Si se tiene el carrito del bebé, pasear con el perro junto al carrito, y debe ir tranquilo, al lado o detrás, nunca delante. Siempre debe respetar el espacio del bebé. Debe ser el dueño/a quien invite al perro a acercarse más al bebé, nunca por decisión propia del perro.
Una vez que ha nacido, antes de llevarlo, hay que llevar una ropita del bebé con su olor para que el perro lo huela y vaya familiarizándose. No hay que forzar la situación, sino permitir que sea él, por voluntad propia, que venga a oler la prenda, pero respetando un espacio, como si ya estuviera el bebé. Cuando huela la prenda y el olor del bebé, debe estar tranquilo y relajado. No hay que permitir que se excite con ese olor. Si se excita u obsesiona, hay que corregir esos comportamientos.

Una vez la llegada del bebé, hay que presentarlo dentro de casa, no en la puerta. Primero que lo vea a cierta distancia, y poco a poco, ir dejando que se acerque. Y como siempre, debe estar tranquilo y relajado para que pueda conocer al nuevo miembro de la familia/manada. Se puede permitir que lo huela, pero a cierta distancia. De momento, es aconsejable que no se acerque hasta tocarlo, hasta que esté el bebé más integrado en la familia. El perro debe respetar al bebé igual que respeta al dueño/a.

Por supuesto, nunca hay que dejar solos a los niños con los perros, y menos, si los niños están aprendiendo a andar o están muy excitados. No hay que permitirles (a los niños), que jueguen con el perro a juegos de pelea. Igual que educamos y enseñamos a nuestro perro a respetar al niño, debemos enseñar y educar al niño a que respete al perro, a que no se le puede tirar de las orejas y rabo, ni darles golpes en la cabeza. Solo así podremos disfrutar de la fantástica relación que puede haber entre un perro y un niño.

Y por supuesto, aunque no me guste decirlo, siempre es mejor, que si la persona no se ve capacitada para controlar al perro en determinadas situaciones, antes de que ocurran desgracias o abandonen al perro a su suerte, que durante los 9 meses de embarazo, se dediquen a encontrar una nueva familia al perro que lo puedan cuidar bien, pero sin prisas. Una retirada a tiempo, siempre es mejor que lamentar una desgracia, tanto para el humano como para el perro, que ya sabemos todos como terminan estas historias, siempre acaba el perro sacrificado por un error humano. Por eso, prefiero que lo cuide otra persona, a que termine así. Como bien sabemos, no todo el mundo está capacitado para tener perro, y mucho menos cuando van a tener a un bebé. Pero esto, es una opinión muy personal.


Mónica Corchado


www.dog-couching.info


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