La tarea que tiene un perro guardián no consiste en correr o atacar a las personas. Un perro guardián tiene como objetivo ladrar cuando ve a alguna persona hacer algo que su dueño necesita saber de inmediato a fin de alertarlo.
Por ejemplo, si tu perro ve que un extraño está caminando dentro de tu propiedad, seguramente se trata de una actitud sospechosa y es algo que el perro debe avisarte de inmediato. Por otro otro lado, el perro guardián no debe ladrar a cualquier persona que pasa cerca de su hogar.
Entrenar a un perro guardián
Para entrenar a tu perro guardián, deberás acompañarlo cada vez que ladre. Esta actividad deberás comenzarla desde el primer momento en el que la mascota llega al hogar. Dependiendo de a qué le ladre el perro, el mismo debe recibir un premio o castigo.
En el caso de que la mascota le ladre a lo que tú quieres, debes premiarlo dándole caricias, festejando su comportamiento y dándole algo de comer a modo de recompensa.
En el caso de que el perro le ladre a algo que tú no quieres, debes erradicar este comportamiento utilizando la palabra "No" de un modo firme y seguro.
Si deseas que tu perro se convierta en un verdadero perro guardián, debes dedicarle tiempo al entrenamiento y ser paciente.
El entrenamiento de un perro no debe tomarse a la ligera. Si tienes un perro de raza guardiana, el animal ya cuenta con una predisposición genética para aprender este comportamiento y además, recibirá el estímulo de tus atenciones cada vez que ladre cuando corresponde.
Si deseas acelerar el proceso de entrenamiento de tu perro guardián, puedes pedirle a conocidos que te ayuden a entrenarlo efectuando aquellas actividades a las que quieres que tu perro le ladre. Por ejemplo, si deseas que tu perro le ladre alguna persona para que no se siente en un banco de tu jardín, debes pedirle a otra persona que el perro no conozca que se siente allí y cuando el perro ladre, debes premiando.
Para estimular de modo positivo y negativo las situaciones en las que quieres que tu perro ladre y aquellas en las que quieres que no ladre, puedes crear muchas situaciones para practicar y fijar la conducta deseada. Si realizas esta actividad con periodicidad, en muy poco tiempo lograrás afirmar este comportamiento.
Por otro lado, cuando el perro ladra y tú respondes de inmediato a sus ladridos y continúas con esta actitud por un período de tiempo, llegará el punto en el que el perro ladre lo suficiente como para avisarte sin necesidad de sufrir el sonido de sus ladridos incesantes.
Algunas razas son más fáciles de entrenar como perros guardianes que otras. Si para ti es importante tener al mejor perro guardián, es fundamental que escojas una raza que tenga una predisposición genética para desarrollar estas habilidades.
Recuerda que si tienes un perro de la raza apropiada, te resultará más fácil convertirlo en un excelente perro guardián.
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